El impacto del software en todas las diferentes áreas de nuestras vides está en constante crecimiento. Tengo conocimiento de las consecuencias de este hecho sobre la humanidad y el entorno que envuelve nuestro trabajo.

Cada vez es más fácil violar los derechos personales y humanos con el uso del software debido a que el límite entre lo real y lo digital se difumina.

Soy consciente de que no puedo controlar el software una vez sea liberado por lo que es responsabilidad mía tener en cuenta el potencial de mi software para violar los derechos humanos antes de empezar el desarrollo. Por esto mismo, rechazaré proyectos que faciliten este abuso.

Las posibles consecuencias negativas del uso indebido de software complejo son inconcebibles para la mayoría de los usuarios. Por lo que es nuestra responsabilidad como desarrolladores de software el comunicar claramente dónde están los límites de un uso apropiado.

Cuando me de cuenta de que un software que he liberado ya no realiza su función de manera correcta, mi responsabilidad mínima es comunicar este hecho a los usuarios.

Es probable que mis aplicaciones recopile información personal. La pondré a buen recaudo y solo la usaré de la forma en que el proveedor de dicha información espera. Trataré sus datos como si fueran míos.

El aumento del número de dispositivos que contienen software tiene un fuerte impacto en el uso de recursos y energía a nivel global.